Liturgia Católica

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Tercera parte de la Introducción a la vida devota


CAPÍTULO XVII


DE LA AMISTAD Y, EN PRIMER LUGAR, DE LA QUE ES MALA Y FRÍVOLA



El amor ocupa el primer lugar entre las pasiones del alma; es el rey de todos los movimientos del corazón; transforma en sí mismo todas las demás cosas y nos hace tales cuales son los objetos amados. Ten, pues, gran cuidado, Filotea, en que tu amor no sea malo, porque, enseguida, serías tu mala con-lo él. Ahora bien, la amistad es el más peligroso de todos los amores, porque los demás pueden darse sin comunicación alguna; pero en cuanto a la amistad, por estribar esencialmente en aquella, es imposible tenerla con una persona sin participar de sus cualidades.


No todo amor es amistad, porque puede el hombre amar sin ser amado, y, entonces, hay amor, pero no amistad, ya que la amistad es un amor mutuo, y sin amor mutuo no puede existir; además, no basta que sea mutuo, sino que es menester que las partes que se aman conozcan su recíproco afecto, porque, sí. Lo ignoran, habrá amor, más no amistad; en tercer lugar, es también necesario que exista alguna clase de comunicación que sea el fundamento de la amistad.


Según sea la diversidad de trato, la amistad es también diversa, y el trato es diverso, según sean los bienes que los amigos se comunican mutuamente; si son bienes falsos y vanos, la amistad es falsa y vana; si son bienes verdaderos, la amistad es verdadera, y, cuanto más excelentes sean los bienes, más excelente será la amistad. Porque, así como la miel es más excelente cuando es chupada de las flores más exquisitas, así el amor fundado en la más exquisita comunicación es también el más excelente; y así como la miel de Heraclea del Ponto es venenosa y vuelve locos a los que la comen, porque está sacada del acónito, que abunda en aquella región, de la misma manera, la amistad fundada en la comunicación de bienes falsos y viciosos, es del todo falsa y mala.


La comunicación de los placeres carnales es una mutua inclinación y un cebo brutal, que no merece el nombre de amistad entre los hombres, más de lo que merece entre los jumentos y caballos.


La amistad fundada en la comunicación de los placeres sensuales es grosera e indigna del nombre de amistad, como lo es también la que se funda en virtudes frívolas y vanas, porque estas virtudes dependen también de los sentidos. Llamo placeres sensuales a los que se refieren inmediata y principalmente a los sentidos externos, como el placer de contemplar la belleza, de oír una dulce voz, de tocar, y otros semejantes. Entiendo por virtudes frívolas ciertas habilidades y cualidades vanas, que los espíritus débiles llaman virtudes y perfecciones. Si oyes hablar a la mayor parte de las doncellas, de las mujeres y de los jóvenes, advertirás que no se recatan de decir: aquel joven es muy virtuoso, posee muchas perfecciones porque baila bien, juega bien a toda clase de juegos, viste bien, es galante, tiene hermosas facciones, y los charlatanes tienen por más virtuosos a los que son más chistosos. Ahora bien, como que todo esto solo mira a los sentidos, también las amistades que de aquí nacen se llaman sensuales, vanas y frívolas, y más merecen el nombre de vanidad que el de amistad. Tales son ordinariamente las amistades de la gente moza, que se enamora de unos bigotes, de unos cabellos, de unas miradas, de un vestido, del porte, de la verbosidad: amistades propias de la edad de los enamorados, cuya virtud está en ciernes y cuyo juicio está en capullo. Por lo mismo, estas amistades no son más que pasajeras, y se derriten, como la nieve al sol.



Ave María Purísima
Cristiano Católico 18-12-2012  Año de la Fe
Vida Devota




Sea Bendita la Santa e Inmaculada Purísima Concepción de la Santísima Virgen María