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8 de diciembre La Inmaculada Concepción de Santa María Virgen ¡Oh Virgen, por tu bendición queda bendita toda
criatura! De los sermones de san Anselmo, obispo El cielo, las estrellas, la tierra, los ríos, el día y
la noche, y todo cuanto está sometido al poder o utilidad de los hombres, se
felicitan de la gloria perdida, pues una nueva gracia inefable, resucitada en
cierto modo por ti ¡oh Señora!, les ha sido concedida. Todas las cosas se
encontraban como muertas, al haber perdido su innata dignidad de servir al
dominio y al uso de aquellos que alaban a Dios, para lo que habían sido creadas;
se encontraban aplastadas por la opresión y como descoloridas por el abuso que
de ellas hacían los servidores de los ídolos, para los que no habían sido
creadas. Pero ahora, como resucitadas, felicitan a María, al verse regidas por
el dominio honradas por el uso de los que alaban al Señor. Ante la nueva e inestimable gracia, las cosas toda
saltaron de gozo, al sentir que, en adelante, no sólo estaban regidas por la
presencia rectora e invisible de Dios su creador, sino que también, usando de
ellas visiblemente, las santificaba. Tan grandes bienes eran obra de bendito
fruto del seno bendito de la bendita María. Por la plenitud de tu gracia, lo que estaba cautivo en
el infierno se alegra por su liberación, y lo que estaba por encima del mundo se
regocija por su restauración. En efecto, por el poder del Hijo glorioso de tu
gloriosa virginidad, los justos que perecieron antes de la muerte vivificadora
de Cristo se alegran de que haya sido destruida su cautividad, y los ángeles se
felicitan al ver restaurada su ciudad medio derruida. ¡Oh mujer llena de gracia, sobreabundante de gracia cuya
plenitud desborda a la creación entera y la hace reverdecer! ¡Oh Virgen bendita,
bendita por encima de todo por tu bendición queda bendita toda criatura, no sólo
la creación por el Creador, sino también el Creador por criatura! Dios entregó a María su propio Hijo, el único igual él,
a quien engendra de su corazón como amándose a sí mismo. Valiéndose de María, se
hizo Dios un Hijo, no distinto, sino el mismo, para que realmente fuese uno y
mismo el Hijo de Dios y de María. Todo lo que nace criatura de Dios, y Dios nace
de María. Dios creó todas las cosas, y María engendró a Dios. Dios, que hizo
todas las cosas, se hizo a sí mismo mediante María; y, de este modo, volvió a
hacer todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada no
quiso rehacer sin María lo que había sido manchado. Dios es, pues, el padre de las cosas creadas; y María
es la madre de las cosas recreadas. Dios es el padre a quien se debe la
constitución del mundo; y María es la madre a quien se debe su restauración.
Pues Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho; y María dio a luz a aquel
por quien todo fue salvado. Dios engendró a aquel sin el cual nada existe; y
María dio a luz a aquel sin el cual nada subsiste. ¡Verdaderamente el Señor está contigo, puesto que ha
hecho que toda criatura te debiera tanto como a él! Oración Oh Dios,
que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una
digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo
pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpia de todas nuestras
culpas. Por nuestro Señor Jesucristo. Cristiano Catolico 18-10-2020 Sea bendita la Santa e inmaculada Purísima Concepción, de la bienaventurada Virgen Maria. Por siempre sea bendita y alabada. |