San Francisco Javier |
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3
de diciembre San
Francisco Javier Presbítero Nació en el
castillo de Javier (Navarra) el año 1506. Cuando estudiaba en París, se unió al
grupo de san Ignacio. Fue ordenado sacerdote en Roma el año 1537, y se dedicó a
obras de caridad. El año 1541 marchó al Oriente. Evangelizó incansablemente la
India y el Japón durante diez años, y convirtió muchos a la fe. Murió el año
1552 en la isla de Sanchón Sancián, a las puertas de China. ¡Ay de mí,
si no anuncio el Evangelio! De las
cartas de san Francisco Javier, presbítero, a san Ignacio Venimos por
lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En
estos lugares no habitan portugueses, por ser la tierra muy estéril extremo y
paupérrima. Los cristianos de estos lugares, por no haber quien les enseñe en
nuestra fe, no saben más de ella que decir que son cristianos. No tienen quien
les diga misa, ni menos quien los enseñe el Credo, Pater póster, Ave María, ni
los mandamientos. En estos
lugares, cuando llegaba, bautizaba a todos los muchachos que no eran bautizados;
de manera que bauticé una grande multitud de infantes que no sabían distinguir
la mano derecha de la izquierda. Cuando llegaba en los lugares, no me dejaban
los muchachos ni rezar mi Oficio, ni comer, ni dormir, sino que los enseñase
algunas oraciones. Entonces comencé a conocer por qué de los tales es el reino
de los cielos. Como tan
santa petición no podía sino impíamente negarla, comenzando por la confesión del
Padre, Hijo y Espíritu Santo, por el Credo, Pater noster, Ave María, así los
enseñaba. Conocí en ellos grandes ingenios; y, si hubiese quien los enseñase en
la santa fe, tengo por muy cierto que serían buenos cristianos. Muchos
cristianos se dejan de hacer, en estas partes, por no haber personas que en tan
pías y santas cosas se ocupen. Muchas veces me mueven pensamientos de ir a los
estudios de esas partes, dando voces, como hombre que tiene perdido el juicio, y
principalmente a la universidad de París, diciendo en Sorbona a los que tienen
más letras que voluntad, para disponerse a fructificar con ellas: «¡Cuántas
ánimas dejan de ir a la gloria y van al infierno por la negligencia de ellos!» Y así como
van estudiando en letras, si estudiasen en la cuenta que Dios, nuestro Señor,
les demandará de ellas, y del talento que les tiene dado, muchos de ellos se
moverían, tomando medios y ejercicios espirituales para conocer y sentir
dentro de sus ánimas la voluntad divina, conformándose más con ella que con sus
propias afecciones, diciendo: ·Aquí estoy, Señor, ¿qué debo hacer? Envíame
adonde quieras; y, si conviene, aun a los indios. » Oración Señor y
Dios nuestro, tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de
tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo
generoso por la propagación de la fe, y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en
evangelizar a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo. Cristiano Catolico 18-10-2020 Sea bendita la Santa e inmaculada Purísima Concepción, de la bienaventurada Virgen Maria. Por siempre sea bendita y alabada. |